Las plantas trepadoras, o lianas, crecen entre los árboles del bosque, buscando subir por las copas de los árboles en busca de luz. Siempre permanecen conectadas al suelo, de donde sacan sus nutrientes.
En mapudungún, se les llama Voqui y varias de sus especies se usan tradicionalmente para la cestería: Pil pil Voqui (boquila trifoliolata), Voqui colorado (Cissus striata), Quilineja (Luzuriaga radicans).
Por su parte, las plantas epífitas vasculares se desarrollan sobre otras plantas, sin tener conexión con el suelo. Aprovechan el agua y nutrientes que se acumulan entre los troncos, tallos y hojas.
Este es el caso de la Chupalla o Chupón (Fascicularia bicolor), que da frutos comestibles y tiñe chascones tonos rojizos y verdes los huecos que quedan entre las copas de los árboles.
Las plantas parásitas, por su parte, se desarrollan sobre su hospedador, toman de él los nutrientes que necesitan y pueden llegar a destruirlo. Sin embargo, también cumplen una función dentro del bosque.
Por ejemplo, el Quintral (Tristerix corymbosus) ofrece a animales polinizadores alimento cuando no hay más flores (por ejemplo, los picaflores) y sus frutos a animales como el monito del monte, el que a su vez los dispersa. También tiene usos medicinales, que cambian dependiendo de la planta a la que parasita.